Los juegos de Nintendo son una especie rara, difícil de comparar con los de las demás empresas. Subjetividades aparte, no son mejores ni peores, sino simplemente diferentes al punto de que parezcan pertenecer a otra industria. Un plomero que golpea bloques de ladrillos, un zorro que pilota una nave espacial, un elfo que ataca a sus enemigos sin derramar sangre en el proceso: ciertamente no parecen formar parte del mismo mercado que los títulos violentos y generalmente más «adultos» de la competencia.
Y esto se puede apreciar desde las características propias de sus consolas. En el caso particular de la Nintendo Switch, tenemos la única consola híbrida del mercado; esto quiere decir que podemos usarla en modo portátil o conectada a nuestro televisor, como un auténtico «2 en 1». Su poderío gráfico se encuentra por debajo del que ofrecen las máquinas de Sony y Microsoft, pero esto no le ha impedido convertirse en un éxito rotundo para grandes y chicos.
La consola cuenta con una pantalla de cristal líquido de 1280×720 píxeles que brinda una calidad de imagen digna de ser admirada a pesar de no ser AMOLED. Sus 4 gigabytes de memoria RAM son modestos pero suficientes para la mayoría de sus juegos y sus mandos extraíbles abren las puertas a un sinfín de posibilidades, como la detección de movimiento, la captura de gestos por medio de una cámara infrarroja y los efectos de vibración extremadamente precisos de su tecnología HD Rumble.
Cada día son más los desarrolladores que portean sus títulos a esta consola, y si sumamos su trabajo al de la propia compañía japonesa tenemos a nuestra disposición una amplia e interesante ludoteca que continúa creciendo mes a mes. Por eso te presentamos los mejores juegos de Nintendo Switch, con el deseo de que descubras alguna joya hasta ahora desconocida para ti.