Un baby call es un monitor de bebé: un dispositivo que, mediante la transmisión de cierto tipo de señales, permite controlar cómo se encuentra un niño. En sus orígenes, a fines de la década de 1930, estos monitores disponían de un micrófono, un sistema para la transmisión de ondas de radio y una unidad receptora para que los padres pudieran escuchar a distancia los sonidos que producían los pequeños.
Ya en el siglo XXI, los baby call comenzaron a apelar a una cámara de video para registrar y transmitir imágenes. Desde entonces, los adultos pueden ver a sus hijos aunque no se encuentren en la misma habitación.
Hoy los mejores baby call no solo sirven para escuchar y ver al bebé de manera remota. También pueden contar con sensores de movimiento para activarse de forma automática, disponer de termómetro o filmar en la oscuridad, por ejemplo. Las imágenes, además, en ocasiones pueden observarse en tiempo real desde cualquier teléfono inteligente o computadora (ordenador) ya que se transmiten vía WiFi.
Que el baby call o vigilabebés ofrezca múltiples prestaciones y que su funcionamiento sea el adecuado a lo largo del tiempo resulta indispensable para la tranquilidad del papá, la mamá o la persona responsable. Nada reemplaza el contacto físico y directo con los niños, pero el baby call puede ser muy útil para, en determinados momentos, supervisar a los infantes desde lejos y así obtener una cierta seguridad más allá de la separación.
Realizar acercamientos (zoom) y desarrollar una comunicación bidireccional (escuchar y hablar) gracias a un intercomunicador son otras de las funciones de los mejores baby call de la actualidad.