Las 15 mejores rancheras

Decenas de versiones se han hecho en torno a “El rey”, un clásico que se mantiene siempre vigente captando cada vez la atención de más gente tanto dentro como fuera de México. Sin dudas, es una de las mejores y más escuchadas rancheras de todos los tiempos.

Mientras unos apuestan por la inolvidable interpretación de Vicente Fernández, otros eligen disfrutar este tema en la voz del talentoso Luis Miguel. El grupo Maná y Andrés Calamaro también han incluido en sus repertorios a esta canción cuya letra nació de la creatividad del compositor mexicano José Alfredo Jiménez.

Vale la pena mencionar, además, que María Toledo le dio a este hit un estilo flamenco y que Cantinflas la cantó en una película. Como si no fuera suficiente para demostrar el alcance de este hit, es posible apreciar la letra en un estilo rockero y en formato cumbia, por detallar otras alternativas a modo de referencia.

Entre los boleros rancheros que enriquecen la discografía de Luis Miguel aparece “La media vuelta”, incluido en su álbum “Segundo romance”. Ese tema, que a lo largo del tiempo ha sido cantado por otros grandes talentos de la música, nació en territorio mexicano gracias a la labor creativa de José Alfredo Jiménez Sandoval, quien le puso su propia voz en 1961.

Esta canción que goza de fama internacional, según ciertas versiones en torno a su origen, está dedicada a una cantante muy cercana a Jiménez a quien él le deseaba el éxito profesional sin importar si ello representaba un alejamiento sentimental en pos de un futuro brillante para esa mujer que lo hechizó.

Luz Elena Ruiz Bejarano, más conocida a nivel artístico bajo las denominaciones de Lucha Villa o La Grandota de Camargo, es esa musa que, gracias a haber grabado “La media vuelta” en un estudio, consiguió un trampolín hacia el éxito.

Una letra que expone el desprecio, el rencor y la imagen negativa que alguien tiene respecto a un hombre caracteriza a “Rata de dos patas”, una composición que nunca pasa desapercibida.

Aunque es inevitable asociar su origen a una cuestión sentimental que ha dejado como saldo un corazón herido, ha trascendido que esta ranchera interpretada por Paquita la del Barrio surgió pensando, concretamente, en un expresidente de México.

Así se ha encargado de contarlo Manuel Eduardo Toscano, el compositor de esta canción que apela a calificativos como “alimaña”, “hiena” y “cucaracha” para imprimirle contundencia a su mensaje. Este creativo indicó que su musa fue el político Carlos Salinas de Gortari. Con el tiempo, este material musical no solamente traspasó las fronteras mexicanas sino que también se convirtió en un hit que se suele dedicar a cada integrante de la platea masculina que hace méritos para ganarse la antipatía, el odio y el asco de las mujeres.

“Cielito lindo” está considerada como una de las mejores rancheras que han surgido a lo largo de toda la Historia. En la actualidad, esta creación mantiene un elevado nivel de popularidad tanto dentro como fuera de México, siendo coreada por personas de distintas edades y nacionalidades.

Este tema que invita a cantar en vez de llorar porque, según reza su contenido, con la música se alegra el corazón, data de 1882. Se dice que la compuso Quirino Mendoza y Cortés, aunque no hay consenso absoluto en relación a sus fuentes de inspiración. Para unos, la musa fue su por entonces esposa, así como hay versiones que indican que el artista trabajó uniendo viejos cantos españoles.

Pedro Infante, Ana Gabriel, la banda argentina Divididos y hasta Enrique Iglesias junto a Luciano Pavarotti han interpretado esta famosa canción que, por ejemplo, el público mexicano aficionado al fútbol cantó en la Copa Mundial de Rusia 2018 para alentar a su selección.

En el extenso y elogiado repertorio de Luis Miguel hay espacio para “La bikina”, una canción que a lo largo de los años ha sido interpretada por muchas otras figuras del ámbito musical. En la serie de Netflix centrada en las vivencias del Sol de México, en tanto, fue Diego Boneta el encargado de hacerla sonar nuevamente.

Es posible, asimismo, escuchar esta letra en las voces de Celia Cruz, María José Quintanilla y de Julio Iglesias (estrella que se animó a cantarla en francés), por dar otras referencias.

Según se advierte al repasar su historia, se trata de una composición que nació en 1964 por obra del talentoso Rubén Fuentes y ha logrado posicionarse, a nivel mundial, como una de las mejores rancheras de todos los tiempos. Los más jóvenes, seguramente hayan entrado en contacto con este tema de la mano de Karol Sevilla, cuya versión forma parte de la banda sonora de la película “Coco”.

Sin lugar a dudas, el mexicano José Alfredo Jiménez fue uno de los hacedores de las mejores rancheras de todos los tiempos. En su valioso legado musical aparece, junto a muchas otras creaciones, un material que se titula “Ella”.

Esta canción que en otras épocas supo ser un éxito puede ser apreciada en la actualidad gracias a los contenidos que brinda, por ejemplo, YouTube.

Al prestarle atención al mensaje que busca transmitir la letra, es inevitable pensar en un mal de amores, en la pena de alguien que anhela el reencuentro con una mujer que se ha alejado, se ha marchado de su vida. En uno de los tramos, quien da su testimonio en primera persona reflexiona que su poder adquisitivo le da la chance de “comprar” cariño y conseguir muchas damas por medio del dinero y, sin embargo, no le alcanza para conquistar el amor que pretende y que perdió.

Un amplio número de películas incluye escenas en las cuales se oye, de manera parcial o completa, la letra de “Cucurrucucú paloma”. Se trata de una canción que compuso en 1954 Tomás Méndez y jamás ha caído en el olvido.

Gracias a haber sido tenida en cuenta dentro del séptimo arte y a la existencia de múltiples versiones, esta obra musical que alude desde su título al sonido emitido por una familia de aves es conocida en muchos países de habla hispana. Al buscar información acerca de este tema mexicano se advierte que el material se vincula a dos géneros musicales: el huapango y el de la ranchera.

Pedro Infante, Luis Miguel, Julio Iglesias, Caetano Veloso y Rocío Durcal son algunas de las figuras que asumieron el desafío de interpretar este singular hit que refleja una historia marcada por la tristeza, la desdicha y el sufrimiento vinculados a un amor pasional.

Al elegir su ranchera favorita, mucha gente cita un tema mexicano con varias décadas de existencia que se ha dado a conocer como “¡Ay, Jalisco, no te rajes!”, llegando a compartir nombre con una novela y una película. Se trata de una canción muy popular que escribió Ernesto Cortázar y compuso Manuel Esperón en 1941, cuya melodía se incluyó en un filme de Walt Disney Pictures.

Artistas como Plácido Domingo, Vicente Fernández y Jorge Negrete han deleitado al público entonando este éxito que ha terminado convertido en un emblema tanto de la ciudad de Guadalajara como del estado de Jalisco en general por realzar los encantos naturales, las bondades del territorio y la belleza femenina propia de la región.

Según se cuenta, la particular frase inmortalizada en esta creación cultural nació en tiempos de Guerra Cristera, contexto en el cual los combatientes pronunciaban ese dicho ante cada circunstancia peligrosa con la intención de darse ánimo, colmarse de coraje y enfrentar a los enemigos con la frente en alto, sin rendirse nunca.

Entre las mejores rancheras de la historia, sostienen numerosos oyentes y estudiosos del género, hay un espacio reservado para “Que seas feliz”. Esta canción de sentimientos profundos, que unos eligen disfrutar en la voz de Luis Miguel y otros conocen gracias a las versiones realizadas por intérpretes como Pedro Infante o Javier Solís, constantemente logra captar la atención de personas de diferentes edades y nacionalidades.

Al rastrear los orígenes de este tema que consiguió traspasar las fronteras mexicanas se advierte que este bolero ranchero es parte de los materiales que, a lo largo de su trayectoria, ha ido elaborando la compositora y pianista mexicana Consuelo (“Consuelito”) Velázquez Torres, una artista oriunda de Ciudad Guzmán que falleció a inicios de 2005.

Al analizar la letra, queda claro que hay en “Que seas feliz” una resignación generosa por parte de alguien que le desea felicidad a su ahora expareja, poniéndose a su disposición y dejando en claro que, como el vínculo concluyó sin reproches ni de mal modo, existe la posibilidad de reencontrarse desde la amistad.

En cada listado dedicado a las rancheras más sobresalientes de todos los tiempos merece estar, en opinión de quienes no se cansan de escuchar este género musical una y otra vez, “Volver, volver”.

Escrita por Fernando Z. Maldonado en 1972, fue Vicente Fernández quien le imprimió una popularidad impresionante al cantarla públicamente. Con los años, la letra se tradujo a múltiples lenguas (es posible hallar versiones en portugués, francés e inglés, entre otros idiomas) y fue interpretada en distintas épocas por decenas de artistas.

A raíz de la trascendencia mundial de este material, el trágico final de Maldonado causó una fuerte conmoción dentro y fuera de México. Tanto el autor de este éxito musical como su esposa fueron asesinados: si bien la versión oficial indica que los crímenes se produjeron en el marco de un robo, las extrañas circunstancias del hecho impulsan a pensar en otras hipótesis como la de una venganza, por ejemplo.

En muchas cabezas ha resonado, más de una vez, el contenido de “Bala perdida”. Resulta interesante, dada la popularidad de este hit, hacer foco en su surgimiento y en detalles vinculados a su alcance.

Cabe destacar, en primer lugar, que este tema que se ganó un lugar dentro del universo ranchero hasta posicionarse como un clásico es una creación del compositor mexicano Tomás Méndez Sosa. Lola Beltrán, Antonio Aguilar y Miguel Aceves Mejía son algunos de los artistas que han incluido este tema dentro de sus repertorios.

Apelando a ciertas repeticiones de contenido, la letra hace alusión a una despedida dedicada a un ser, en su momento, amado, alguien que con un gesto amoroso como lo es un beso logró inyectarle vida a la persona que escribe el texto. ¿Cómo concluye esta declaración, este cierre cantado de una historia cargada de sentimientos profundos? Con el deseo de suerte después del adiós.

Una creación musical interpretada por Jorge Negrete alcanzó una gran repercusión en la segunda mitad de la década de 1940 por ser parte de un filme mexicano y, desde entonces, se conserva en la memoria colectiva.

“Me he de comer esa tuna” se titula esa película enmarcada en el género de la comedia ranchera que permite escuchar el tema en cuestión, denominado “Tequila con limón”.

Esta canción, cuya melodía corrió por cuenta de Manuel Esperón mientras que Ernesto Cortázar compuso la letra, conduce desde su nombre a pensar en la costumbre (para muchos, un auténtico ritual) de beber tequila con jugo de limón y sal. Si bien el contenido alude a ese trago, en general se enumeran allí recuerdos, vivencias personales y aprendizajes relacionados a Jalisco. Después de tantos años reproduciéndose por diferentes medios, este tema es considerado por mucha gente como una de las mejores rancheras que se han gestado en territorio mexicano.

Gracias a la labor creativa de Miguel Aceves Mejía, desde hace décadas es posible deleitarse a nivel musical con “La que sea”. Esta canción, en opinión de personas de distintas nacionalidades que tuvieron oportunidad de disfrutarla en más de una ocasión, es una de las mejores rancheras que han salido a la luz hasta el momento.

Al rastrear a través de Internet qué artistas pusieron su voz al servicio de este tema ganan relevancia versiones realizadas por Antonio Aguilar, Hermanos Ariza Show, Aldo Trujillo y Ramón Cordero, entre muchos otros cantantes.

Al ser incluida en numerosos repertorios en distintas épocas, esta propuesta fue expandiéndose a nivel geográfico y conservó su vigencia con el correr del tiempo. Ahora, por plataformas como Spotify y YouTube, los más jóvenes también pueden conocer y valorar este material que se inicia con alguien señalando que va por la vida sin tener un rumbo definido y que se siente un alma olvidada por Dios.

La historia de “Sólo te pido” se inició en 1994, cuando Juan Bautista creó esta ranchera que, durante un tiempo considerable, tuvo una gran repercusión en suelo español y otras geografías.

Este hit pegadizo de melodía alegre ha sido interpretado en diferentes oportunidades por Manolo Escobar, tal como se comprueba al buscar materiales audiovisuales centrados en esta canción.

¿Qué solicita quien entona esta obra musical, según se descubre al analizar la letra de esta composición? Que la persona a la cual le dedica esas estrofas torne agradable su cotidianeidad si acepta pasar la vida en compañía suya. A cambio, ofrece “todo lo bueno” de su interior, sueños y promete no pedir, por ejemplo, una transformación de la forma de ser, perfección ni nada que resulte imposible de lograr. Sí pretende, en un contexto de vínculo romántico, buena voluntad y predisposición para avanzar con el lazo de a dos, a la par.

Al mexicano José Alfredo Jiménez Sandoval le debemos, entre muchas otras canciones, un tema muy famoso que se titula “Si nos dejan”. Este hit en español, definido como un bolero ranchero, se puede disfrutar en la voz de un amplio número de renombrados artistas, tal como se advierte al consultar plataformas como YouTube.

A lo largo de los años lo han incluido en sus repertorios, entre muchas otras figuras, Luis Miguel, Vicente Fernández y Rocío Durcal, además de Plácido Domingo, Juan Gabriel y Belinda.

Al analizar la letra de esta composición se advierte que es un canto cargado de esperanza, una apuesta hacia el amor de una pareja que aspira a un lazo eterno. Hay en ella promesas de unión, de una relación sincera a prueba de obstáculos capaz de ir en busca de la felicidad con la ilusión de poder, pese a todo, cumplir sueños sin que nada ni nadie arruine el vínculo.