El bajo es un instrumento de cuerda que nació como una evolución del contrabajo. En apariencia se asemeja a una guitarra eléctrica, aunque tiene menos cuerdas, su mástil es más largo y su cuerpo, más grande.
Hasta los años ’50, el contrabajo se encargaba de generar la sucesión rítmica de los sonidos más graves en la música popular. A partir de entonces comenzó a ganar terreno el bajo eléctrico, hoy presente en el rock, el pop, el blues, el reggae y muchos otros géneros.
Los músicos sueñan con tener acceso a los mejores bajos para llevar la melodía y marcar el ritmo con precisión o para dar rienda suelta a la creatividad y al talento en los solos. Existen los bajos de cuatro, cinco y hasta seis cuerdas, con o sin trastes en el diapasón.
Hay fabricantes que, al igual que ocurre con las mejores guitarras eléctricas, son una garantía de calidad. Marcas como Gibson, Fender e Ibanez reciben el reconocimiento de los bajistas que buscan instrumentos confiables y versátiles.
La madera utilizada para la fabricación del cuerpo; la cantidad y las propiedades de los micrófonos o pastillas; las características del diapasón; y el diseño son algunas de las cuestiones que suelen analizarse para determinar cuáles son los mejores bajos disponibles.
Otra posibilidad es prestar atención a las elecciones de bajistas famosos. Después de todo, si la intención es aprender de genios como Jaco Pastorius, John Entwistle, Paul McCartney o Jack Bruce, por ejemplo, resulta muy útil saber con qué bajos se lucieron sobre el escenario o en el estudio de grabación.