Las competencias deportivas se definen en el campo de juego. Por eso los jugadores, sin dudas, siempre son los protagonistas. Imposible conseguir un triunfo sin un futbolista que marque el gol decisivo o sin basquetbolistas que anoten, por ejemplo.
De todos modos, pocos se animarían a discutir la importancia de los entrenadores. Aquellos que asumen la responsabilidad de diagramar los entrenamientos, elegir a quienes juegan, diseñar la táctica, decidir las sustituciones y dar indicaciones durante los partidos tienen, por lo general, una gran incidencia sobre el desarrollo de las acciones.
Los mejores entrenadores de la historia gozan de una fama bien ganada. Por su capacidad estratégica, su liderazgo y su poder de motivación, suelen ser admirados tanto por los deportistas como por los fanáticos, ya que esas cualidades se traducen con frecuencia en trofeos y medallas.
Carismáticos, polémicos, introvertidos, estudiosos, locuaces… Los directores técnicos más exitosos pueden tener diferentes personalidades pero, de una forma u otra, consiguen convencer a sus plantillas y son capaces de guiarlas a la victoria.
Pep Guardiola en fútbol, Phil Jackson en básquetbol, Bernardinho en vóleibol, Steve Hansen en rugby y Toni Nadal en tenis son algunos de los preparadores que han dejado una huella en sus respectivas disciplinas. Con su desempeño lograron marcar una época y actuar como faro de las nuevas generaciones.
Muchos de los mejores entrenadores de la historia siguen activos; otros ya se retiraron e incluso algunos fallecieron. Seguramente, con el paso del tiempo, habrá quienes hagan los méritos suficientes para incorporarse a este ranking que puede modificarse mediante votos y sugerencias.