Ante las dificultades de la vida diaria, tener la posibilidad de relajarse durante una hora y media –o incluso un poco más- frente a una pantalla, dejando los problemas de lado por un rato, siempre es bienvenido. Eso hace que las mejores películas de comedia suelan ocupar un lugar importante en el corazón de los amantes del cine: después de todo, invitan a pasar momentos entretenidos y a pura diversión.
Eso sí: no es fácil elegir los filmes cómicos más destacados de la historia. El humor cambia con el correr de los años y las diferencias culturales pueden hacer que una propuesta aclamada en un país resulte intrascendente o hasta aburrida en otro. Sin embargo, hay clásicos que atravesaron las épocas y las fronteras y producciones más recientes que no tardaron en conquistar al público internacional.
Hay quienes prefieren las comedias gestuales, llenas de gags. Son aquellas donde, por lo general, brillan los actores más histriónicos y no importa tanto la historia. Para otros espectadores, en cambio, lo esencial es la agudeza del guión.
Charles Chaplin, Jerry Lewis y Peter Sellers tal vez resulten lejanos para las nuevas generaciones, aunque nunca es tarde para descubrir su talento. Otras figuras más actuales, como Leslie Nielsen, Jim Carrey, Robin Williams y Ben Stiller, ya lo lograron ubicarse entre los grandes generadores de carcajadas.
Chascarrillos escatológicos, bromas sutiles, sarcasmo, pinceladas románticas y algún que otro toque dramático aparecen en las mejores películas de comedia. Diferencias al margen entre cada una, la sonrisa grabada en la boca una vez que irrumpen los créditos es la prueba del éxito de estos filmes inolvidables.