Una almohada es un elemento que se utiliza para la reclinación de la cabeza a la hora del descanso. Consta de un relleno blando recubierto por una funda y suele emplearse sobre un colchón.
Las almohadas son indispensables para dormir plácidamente. Pero además resultan claves para evitar problemas en la columna vertebral por eventuales malas posturas.
Por eso es importante saber cuáles son las mejores almohadas disponibles. De todos modos, hay que tener en cuenta que la elección de la almohada adecuada depende de las características y preferencias individuales y del uso que se le dará al producto.
En un sentido amplio, la almohada básicamente tiene que garantizar el descanso apropiado de la columna y del cuello. Con el cuerpo relajado no solo se logra bienestar, sino que también se cuida la salud.
Hay almohadas orientadas específicamente a personas que sufren dolencias cervicales o lumbares; almohadas para embarazadas; y almohadas para ver televisión o leer, por ejemplo. De todos modos, lo habitual es contar con una almohada de uso genérico que se destina a diferentes acciones y situaciones.
Existen almohadas muy blandas y otras que son más duras. El grosor o altura también es variable. Las alternativas, por lo tanto, son múltiples y deben analizarse con detenimiento: después de todo, solemos usar la almohada unas siete u ocho horas al día.
Muchas de las propiedades de las almohadas dependen de su material. Entre las mejores almohadas encontramos aquellas rellenas con viscoelástica, algodón, plumas, espuma de poliuretano o látex. Cada una tiene sus puntos a favor y en contra: a continuación analizamos los diferentes modelos.