Determinar cuáles son los mejores equipos de la historia, teniendo en cuenta a todos los deportes, es un verdadero desafío. La comparación de conjuntos de distintas disciplinas es compleja ya que las realidades y los contextos pueden resultar muy diferentes.
Sin embargo, cuando la inquietud aparece, pronto comienzan a multiplicarse los argumentos a favor de uno u otro. El debate apasionado puede desencadenarse en una charla de café, en una reunión familiar o en cualquier otro ámbito.
Es posible revisar múltiples factores a la hora de la selección. Las estadísticas, por supuesto, son datos objetivos que siempre tienen gran peso. De todos modos, se pueden considerar muchas otras variables, como la trascendencia externa (más allá del deporte en cuestión), la influencia en otros campos o el impacto social.
Entre los mejores equipos de la historia se pueden incluir a aquellos que mantuvieron la excelencia durante varios años, pero también a los que brillaron en una competencia en particular. En ocasiones, el éxito del conjunto está asociado a un entrenador que dejó su huella, aunque en otros casos sobresale el nombre de un jugador como líder, guía y artífice de los triunfos.
Del fútbol al básquetbol, pasando por el voleibol, el rugby y el hockey, en cada ámbito hay planteles (plantillas) que lograron trascender las épocas y que no dejan de ser recordados por los fanáticos. El seleccionado estadounidense de básquet que, con sus estrellas de la NBA, asombró en los Juegos Olímpicos de 1992; los All Blacks que elevaron a Nueva Zelanda a un lugar casi inalcanzable en el rugby; y el Barcelona dirigido por Pep Guardiola que convirtió al fútbol en un arte son algunos ejemplos de estos equipos icónicos.