Los 10 mejores capítulos de Breaking Bad

Jesse viaja a México para comenzar a trabajar para el cartel Juárez produciendo metanfetamina. Una experiencia tensa que termina bien, ya que supera la prueba.

Por otro lado Walter se ausenta del cumpleaños de su hijo y éste va a buscarlo a su nueva casa. Tienen una conversación estrecha en la que el padre le pide a Walter Jr. que no lo recuerde así, que intente aferrarse a las cosas buenas que han compartido. No quiere que le ocurra lo mismo que le pasó a él con su propio padre.

Pero seguramente una de las escenas estrellas de este capítulo es la que tiene lugar en el jardín del cartel Don Eladio. Una botella de tequila envenenada hace que caigan uno a uno todos los mafiosos, permitiendo que Gus y sus compañeros desaparezcan antes de que los maten. Una escena brutal, con su cuota de humor y de violencia, como corresponde a la serie.

El nacimiento de Holly, la hija de Walter, podría ser una buena oportunidad para rencauzar su vida. Sin embargo, las cosas están bien complicadas. Y se complicarán más.

A lo largo del capítulo se dan una serie de situaciones que llevarán a Walter a sentirse preocupado y a olvidarse de sus deberes de padre y esposo. Se olvidará de comprar pañales a causa de un dinero que tiene en su poder y que no sabe cómo esconder mejor, sin que resulte peligroso para su familia.

Una conversación con Saúl Goodman (Bob Odenkirk) le permitirá ver algo de luz. Una idea que puede ser muy útil para recibir el dinero en su cuenta sin que pueda levantar sospechas. Su hijo ha creado una web para pedir donaciones para cubrir los gastos de la enfermedad de su padre. Si consiguen que un hacker envíe el dinero desde diferentes personas, entonces podrá disfrutar felizmente del dinero sin tener que preocuparse. Una idea retorcida pero que puede le tienta mucho. Así, su familia tampoco tendrá que enterarse de dónde viene.

Gracias a la actuación de Bryan Cranston (Walter White) en este capítulo, se le concedió un Emmy como Mejor Actor de una serie dramática, el tercero de su carrera.

La situación se ha vuelto complicada. Los jefes han descubierto que Jesse se ha estado quedando con parte de la droga y lo están buscando para matarlo. Jesse está en paradero desconocido; sólo Walter sabe dónde se esconde. Cuando sus jefes le piden información, tiene que cubrirle las espaldas a su amigo. Los jefes deciden que pondrán un nuevo ayudante en la cocina y que controlarán el negocio de cerca. Pero la cosa se complicará más cuando Walter descubra que en realidad lo que quieren es que enseñe a ese ayudante a fabricar la droga para poder deshacerse definitivamente de él.

Este capítulo es otro ejemplo valioso del impresionante trabajo de fotografía de toda la serie. Una buena razón para no perdérsela.

Desde el principio «Breaking bad» se presentó como una serie monumental. El piloto, que generalmente suele ser flojo, ofreció un trabajo redondo e inquietante; lo que facilitaría el éxito de esta fabulosa serie.

En este primer episodio conocemos a un hombre que descubre su habilidad secreta: cocinar metanfetamina. Y encuentra en esa posibilidad la manera de evitar que su familia sufra privaciones.

El anuncio de una enfermedad mortal, cáncer de pulmón, lo llevará a Walter White (Bryan Cranston) a ver las cosas muy claras. Siente la presión de poner a salvo el futuro de sus hijos y de su esposa y para ello no duda en poner en peligro su propia vida, en cruzar todas las líneas que, en una situación distinta, no se habría atrevido a atravesar.

En este primer capítulo la serie nos presenta una historia oscura, con un personaje principal de moral cuestionable, que se puede intuir como una invitación a pensar a quién brindamos nuestro apoyo. Si el personaje cambia drásticamente, ¿seguiremos estando de acuerdo con él?

La llegada de un aliado inesperado para Walter le permitirá tomar un cierto respiro, después de una fuerte confrontación con Gus.

La casa de Walter está siendo vigilada por los amigos de Gus y debe andarse con mucho cuidado si no quiere ser asesinado. Habla con Jesse para preparar un plan, pero las cosas se tuercen. Una vez más.

Este capítulo es clave porque, sin decirlo, a través de una serie de signos se revela quién fue el que envenenó a Brock.

A lo largo del capítulo se sucederán muchas situaciones tensas que obligarán a Walter a tomar decisiones a corto plazo para ponerse a salvo y mantener su estatus dentro del cartel.

Por su trabajo en este capítulo Mark Margolis (Héctor Salamanca) fue nominado al Premio Emmy 2012 como Mejor Actor Invitado en una serie dramática.

Otra curiosidad de la serie es que la mujer que interpreta a la vecina de Walter es Gail Gilligan, la madre del director de la serie, Vince Gilligan.

En este capítulo, «Blood Money», encontramos una referencia a El Padrino: cuando Carol deja caer la bolsa con la compra y ruedan las naranjas por el suelo. Cabe señalar que, en esta mítica película, la presencia de naranjas es el anuncio de la violencia inminente.

Se sabe que este capítulo ha sido dedicado a la memoria de Kevin Cordasco, un fanático de la serie que falleció a causa de un neuroblastoma en 2013.

En este episodio vemos a Walter regresar a la que fuera la casa de su familia, que está completamente en ruinas y llena de pintadas.

Ha dejado atrás la vida de Heisenberg, lo promete; sin embargo, el pasado no deja de asaltarlo. ¿Conseguirá mantenerse firme en la promesa y continuar una vida tranquila sin volver a poner en riesgo todo?

Sin duda, este es uno de los grandes capítulos de la serie. ¿Ya lo has visto?

En este capítulo tiene lugar un hito: el plan de Walter era fabricar metanfetamina para cuidar de su familia, es decir, para asegurar su futuro económico cuando él ya no estuviera. Pero acaban de darle un buen pronóstico: el cáncer se ha reducido hasta un 80%. Es momento de abandonar ese camino árido en el que se ha metido. Decide vender todo lo que tiene fabricado y dejarlo para siempre.

Sin embargo, a medida que va adentrándose en ese mundo descubre su propia ambición. Y siente el deseo de convertirse en el único rey de la droga de la ciudad.

El comportamiento de Walter comienza a transformarse. En una celebración en la que ha bebido demasiado deja salir una actitud violenta y provoca un altercado que tiene consecuencias, porque su hijo está en medio.

Es un capítulo fuerte porque nos deja ver cómo la ambición puede ser tan fuerte que nos haga cambiar de camino y nos conduzca a una mayor oscuridad.

El decimotercer capítulo de la segunda temporada también marca un hito en la serie: aparece por primera vez Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks), el limpiador de escenas del crimen. El título del capítulo responde a las siglas de Albuquerque, la ciudad en la que transcurre la serie.

Jesse despierta y encuentra a Jane muerta a su lado. Contacta con Walter y éste a su vez, con Goodman. Saúl envía a Mike Ehrmantraut para que limpie la casa de todo atisbo de drogas y prepare a Jesse para hablar con la justicia.

También en este capítulo tiene lugar el primer fallo de Walter; cuando está anestesiado confiesa sin querer que tiene dos teléfonos móviles. Su mujer aprovecha la ausencia del marido para repensar y revisar la vida. Cuando él regresa a la casa, le anuncia que dado el cambio brusco en su comportamiento no quiere seguir viviendo con él.

Es un capítulo oscuro que también se destaca por el simbolismo gráfico. Una de las cualidades preponderantes de la serie.

La introducción de este capítulo es quizá una de las mejores, que plantea la enorme contradicción que experimentan los personajes. Vemos una mosca sobrevolando un lugar, con unos primeros planos desarticulados y, de fondo, Skyler cantando una canción de cuna para Holly. Además, una de sus curiosidades es que tiene una escena con una referencia directa a «Pulp fiction».

Walter descubre una mosca en el laboratorio y afirma que hasta que no la quiten no podrán seguir fabricando metanfetamina. Jesse intenta convencerlo de que es absurdo pensar en eso; dice que a las personas para las que fabrican la droga ya no les importa la higiene; pero Walter está obsesionado y no va a ceder.

Este capítulo, sin embargo, es un episodio botella: aquellos en los que se utilizan muy pocos recursos y sirven para conectar episodios pasados y recuperar el hilo de lo narrado. Sin embargo, tiene mucha fuerza, y nos permite comprender bien a fondo la relación que existe entre Walter y Jesse.

La situación se ha complicado por la lucha entre carteles. Aunque intente esconderlo Walter está un poco asustado, porque han asesinado a uno de sus compañeros y no sabe si será él el próximo. No obstante, decide continuar en su camino a convertirse en el rey de la droga de la ciudad.

A esto se suma una discusión tensa con su esposa Skyler, que lo acorrala para preguntarle si él ha matado a alguien. Al finalizar la charla, ella se va con Holly.

Walter ha comprado un taller de lavado de coches que le servirá de tapadera para poner en marcha una nueva cocina de metanfetamina.

Cuando Skyler y Walter se reconcilian, ella le dice una frase que será brutal: «Alguien tiene que proteger a esta familia del hombre que protege a esta familia». Y lo obliga a devolver el exagerado coche que le ha comprado al hijo que pondrá en tela de juicio la historia familiar que han contado y podría traerles problemas.