Los 10 mejores capítulos de Los simuladores

Uno de los capítulos más vistos de «Los simuladores» es éste. La trama gira en torno a una presentación familiar.

Carla Molina (Érica Rivas) acude al pintoresco grupo para que la ayuden en un tema que le angustia y que necesita que salga bien. Se acerca el cumpleaños de su suegro y debe llevar a su familia para hacer una presentación entre los dos grupos. La dificultad reside en las diferencias políticas y económicas entre ambas familias. La actitud de los integrantes de su pequeño grupo no es nada favorable y es esto lo que la lleva a solicitar la ayuda de los simuladores.

El caso corto nos presenta a Antonio Scotty (Divino Vivas) que al ver en peligro su pequeña tienda por la apertura de un hipermercado en el barrio, les pide ayuda. Los simuladores montan una escena en la que sale a la luz el descubrimiento de un yacimiento fósil en el mismo terreno donde los empresarios (interpretados por Ricardo Merkin, Horacio Dener y Daniel Figueiredo) desean montar el negocio.

Hugo Maresca (Daniel Valenzuela) es un obrero de clase media que pide ayuda a los simuladores para hacer justicia contra Franco Milazzo (César Vianco), un estafador. Haciéndose pasar por representante de artistas, Milazzo ha engañado a muchas familias, prometiendo grandes futuros para sus hijos.

Los simuladores montan un programa de vida real y se lo proponen a Milazzo, quien acepta encantado. El programa exige que los participantes se internen por un año en El Impenetrable. Mientras Milazzo se halle encerrado, los simuladores venderán todas sus propiedades para devolver el dinero a las víctimas y costear también la operación. Esta trama se extenderá a lo largo de la serie: en la segunda temporada Milazzo intentará vengarse de los simuladores.

El caso corto nos muestra a un presentador de televisión que, ante la inminente sustitución de su puesto en plantilla, acude a los simuladores para que lo ayuden a mantener su puesto.

Es uno de los capítulos con más movimiento de la temporada. Comienza con una operación armada organizada por los simuladores. Solkin, el dueño del cine Atlas Lavalle, (interpretado por Eduardo Santoro) les pide ayuda para quitarse de encima a Saúl Pontevecchia (Carlos Garric), un empresario que quiere hacerse con el establecimiento a través de métodos extorsivos.

La maniobra se complicará y el grupo tendrá que tomar decisiones sobre la marcha para evitar que personas inocentes se vean involucradas. Dentro del banco donde se efectúa la intervención estarán Santos y Lamponne, mientras que Medina y Ravenna estarán fuera.

A través de un trabajo en equipo y de un gran esfuerzo no sólo intentarán salvar a sus amigos y a las personas que han quedado circunstancialmente implicadas, sino que llevarán el trabajo un poco más allá, intentando desmantelar un robo armado que cuenta con la complicidad de un importante comisario Bruno Salamanca (Martín Adjemián). ¿Lo conseguirán?

Este es otro de los grandes capítulos de Los simuladores. En el comienzo vemos a Molero y Milazzo en un neuropsiquiátrico. Han ido a buscar a un paciente que hace mucho tiempo que no habla con nadie. Hay una situación tensa a través de la cual Molero y Milazzo consiguen averiguar lo que necesitaban.

Respecto a los simuladores, deben ayudar a Mariana (Marcela Kloosterboer) una modelo con un trastorno alimentario. Para conseguirlo, la llevan a presenciar el montaje de un juicio en el que Garriga (Jean Pierre Noher), el dueño de la agencia en la que ella trabaja, es acusado de «debilitador social», comparando el trato que da a sus empleadas con el que reciben los presos en una cárcel. Finalmente, el juicio se resuelve con la absolución; no obstante, Mariana aprende algo y cambia las prioridades de su vida gracias a esta experiencia.

Este capítulo cuenta con las participaciones de Silvina Bosco, Anna Stark y Pablo Carnaghi.

Para muchos, es éste el mejor capítulo de toda la serie. Reaparece Milazzo, que encuentra a Ravenna y, a partir de él, consigue dar con el paradero de todo el grupo. Intenta matarlos, pero nuevamente, ellos se ponen en acción y consiguen engañarlo (por segunda vez).

A través de un simulacro, le hacen creer que ha estado entrenando para convertirse en uno de los elegidos para perseguir y matar al terrorista más buscado de todos los tiempos: Osama bin Laden. Luego de un entrenamiento lo envían a Kabul con un pasaporte falso y le dicen que espere sus noticias.

Es un capítulo con varias subtramas, en las que Santos revive su pasado a través de unos diarios escritos por su padre, el grupo intenta convencer a un poderoso empresario de regresar a Mendoza con su familia y poco a poco, diversas situaciones provocarán que el grupo decida dejar de verse y operar por un tiempo.

En este capítulo el caso corto nos presenta a una mujer interpretada por Marcela Ferrada que necesita hacer lo posible para que su hija Milena Fichelson (interpretada por Gimena Accardi) desista de hacer una operación estética de implantes mamarios.

El caso largo nos presenta a José Feller (interpretado por Jorge D’Elía), empleado de una empresa láctea al que sus jefes quieren dejar sin empleo argumentando su edad, pese a que es uno de los empleados más productivos y mejor dispuestos del plantel. Feller acude a los simuladores, que organizan un encuentro entre el empleado y algunos de los más importantes accionistas de la empresa, para conseguir que sean éstos los que no quieran fuera a Feller. Para ello aprovechan una fiesta de la compañía, contactando al empleado con dichos empresarios (interpretados por José Palomino, José Andrada, Lelio Lesser). ¿Funcionará? Es uno de los capítulos favoritos de la serie, ¡tienes que verlo!

En este capítulo se trata el matrimonio interreligioso. Una chica católica desea casarse con un chico judío. Sus familias ni siquiera están al tanto del noviazgo. Los simuladores organizan una puesta en escena que implica a ambas familias en la búsqueda de un secreto escondido bajo tierra.

Debido a las profesiones de los integrantes de ambas familias, no hay razón para desconfiar. Poco a poco, la intriga va creciendo más y más. Finalmente, ante ellos queda descubierta la tercera tabla de la ley, perdida durante siglos. En ella se habla de la convivencia libre y armoniosa entre diversos cultos religiosos. Ambas familias quedan encantadas y deciden presentar a sus respectivos hijos. El misterio termina en casamiento, como era de esperarse.

Este capítulo deja al descubierto una de las cosas más interesantes de la serie, la reflexión sobre aspectos toscos de la sociedad, cuestiones de reflexión urgente y situaciones injustas que se hallan enquistadas al punto de considerarse normales. Otra razón para ver la serie.

De descanso los simuladores saben poco, y este capítulo es la viva prueba. Se han ido a descansar a un hotel de la provincia de Entre Ríos, pero las cosas se complican y se tienen que poner nuevamente en marcha.

En el hotel en el que se alojan hay una pareja sumamente ruidosa: un hombre (Atilio Veronelli) y una mujer (Verónica Llinás) que se pasan el día discutiendo y ella, tomando pastillas tranquilizantes. Los simuladores intentan intervenir para ayudarlos pero no sólo habrá violencia sino que además, poco a poco, saldrá a la luz un homicidio que fue llevado a cabo por estos extraños personajes.

Es uno de los capítulos más visto de la serie, en lo que, probablemente, tenga mucho que ver la participación de la grandísima Verónica Llinás y, como actores secundarios otros nombres que suelen gustar mucho allá donde van: Daniel De Vita y Mariano Mores. ¡Ya tienes razones para no perderte este capítulo!

Este capítulo, que también es uno de los favoritos de la serie, nos presenta dos historias bien contadas, que tienen cosas en común pero que también se distinguen lo suficiente entre sí.

En el caso corto conocemos a una señora que les pide ayuda para extorsionar a un juez (José María López) y ganarle al administrador de su consorcio.

El caso largo nos presenta a Matías Míguenz (interpretado por Nazareno Casero) un joven que está cursando la secundaria y en el inminente final del curso se da cuenta de que ha repetido siete materias y que tiene altas probabilidades de repetir. La situación le resulta complicada porque vive con su madre, que sufre una grave enfermedad cuya estabilidad depende de que no reciba malas noticias o emociones fuertes. Para evitar darle este golpe, Matías pide a los simuladores que le ayuden a aprobar el curso. Habrá que hacer algo un poco ilegal pero, ¿no merece acaso la pena jugarse por una madre?

La aparición de la Brigada B ofrece a la serie una gran versatilidad. Se trata de un grupo paralelo creado para resolver los casos sencillos. Los integrantes son personas a las que los simuladores han ayudado en algún caso (Arturo Gaona, Martín Vanegas y Lucio Bonelli). Ante la gran popularidad de los simuladores, cada vez se les ofrecen más casos y los cuatro socios principales no dan abasto con todos ellos.

En este capítulo la Brigada B es descubierta por el FBI, quienes capturarán a sus integrantes. El grupo principal deberá desarrollar una operación para salvar a sus compañeros. Para ello prepararán un simulacro en el que les explican a los agentes del organismo estadounidense que en verdad estos personajes son parte de una elite de espías, que trabajan encubiertos para comprobar la eficiencia del Bureau Federal de Investigaciones.

¿Lograrán engañar al sistema de seguridad más inteligente del mundo para poner a salvo a sus amigos?